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COMO CONSEGUIR UNA GUERRA EN TRES PASOS

Por muchos siglos hemos visto grandes, medianas y pequeñas guerras, tantas y en tantos lugares diferentes que con tranquilidad podemos decir que hace parte de la naturaleza humana, si no fuera así, ¿por qué en cada parte del mundo donde habitan humanos hay una por pequeña que sea? Lo más extraño es que los hombres que las provocan (porque siempre hay dos clases: los líderes que las propician, y los que las apoyan) tienden a caer en esa trampa de sentimientos y conductas tan propias del ser humano sin siquiera darse cuenta; que predecibles pueden ser los argumentos de alguien que está tratando de propiciar una si tan solo damos un pequeño vistazo a los argumentos escuchados en tantas otras guerras.

¿Como podría demostrarles mi teoría sin tener que recurrir a profundos análisis psicológicos de la conducta humana?, no soy psicóloga así que no tendría muchos recursos argumentativos en esa materia. Optaré por una demostración un poco más sencilla, teniendo en cuenta los recursos a los que tengo acceso, trataré de convencerlos de crear una guerra usando esos mismos argumentos que tantas veces se han escuchado a lo largo de la historia (disfrazados de diferentes de acuerdo al contexto, pero con una misma esencia).

En mi caso para tener un poco más de diversión, voy a concentrarme en la humanidad en general.

PRIMER PASO: Exponer el problema. Estos pueden ser diversos dependiendo de a cual blanco deseas atacar (“exponer las razones por las cuales el enemigo es el enemigo).

Fíjate en los países orientales, donde hombres luchan contra hombres en nombre de Dios, hombres que identifican a sus enemigos por pertenecer a una religión o a un país en especial, países que deberían ser ricos por el petróleo que poseen, pero que en cambio sus habitantes mueren de hambre. La humanidad ha tenido una tendencia destructiva desde sus inicios (hay investigaciones que demuestran que los antepasados humanos, los cromañones tuvieron que ver directa o indirectamente con la desaparición de los neardentales) y a medida que evoluciona, solo se hace cada vez más evidente esta tendencia. He aquí como ejemplo lo que los avances tecnológicos han dado al mundo: gas venenoso, enfermedades producidas en laboratorios, desastres nucleares que han contaminado la comida y bebida de continentes, y bombas que podrían destruir al mundo entero.

Este paso es muy fácil de identificar ya que es todo lo que hable mal de tu enemigo, un ejemplo puede ser la segunda guerra mundial, ¿sabías que habían libros infantiles en los que se mostraban a los judíos como seres abominables?, eso si es atacar desde las raíces (es mucho más fácil si empiezas a convencer a alguien desde que es niño); o podríamos nombrar algo más local como la “guerra contra el narcotráfico” en la época de Pablo Escobar en la que los medios(casi siempre influenciados por la política) señalaban solo hechos reprobables, pero nunca todos, por si no lo notaste, pregúntale a alguien si en algún medio observó que dieran a l mismo tiempo noticias como “se presume que el cartel de Medellín es responsable de atentado”, y “Pablo Escobar contribuyó con X dinero para mejorar X barrio”.

SEGUNDO PASO: Crear amenaza. Esta es mi parte favorita, ya que implica jugar un poco al psicólogo, usar los miedos de las personas en contra de ellas mismas.

Esta humanidad tan destructiva se está haciendo cada vez más poderosa, imagínense ustedes viendo televisión tranquilamente en su casa y que de un momento a otro escuchen un sonido intenso, como un zumbido suave, que la tierra empiece a temblar bajo sus pies y que lo ultimo que vean sea una luz brillante; o peor aun, si llegasen a sobrevivir, despertar en un lugar completamente diferente: el cielo gris, polvo por todas partes, en el lugar donde hubieron muchas casas alrededor, solo quedan escombros y un horizonte oscuro, y que de repente te acuerdes que en la cocina estaba tu hermano o tu esposa o tu hija; podrías caminar hacia ese sitio y de pronto no veas más que un montón de piedras. Este panorama no es ficción, lo hemos visto antes a través de los relatos de testigos de situaciones así en Alemania, Polonia, Irak, sobre todo en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Ya tantas veces ha repetido estos actos la humanidad que no podríamos estar seguros de que esto no nos va a pasar a nosotros.

Así como esto, podría haber expuesto otros casos: ¿a quién no le daría miedo ir caminando tranquilamente y salir volando por una mina o caer muerto por un virus que llegó por correo? Hacer que la gente tenga miedo no es tan difícil si tienes los ingredientes necesarios. Si tomamos un ejemplo más reciente como el de la guerra contra Irak podría verse más claro: después de un atentado siempre es más fácil aterrorizar a alguien. La técnica fue muy simple, no bajar la tensión, mantener el miedo siempre presente; ¿sabías que el estado de alerta en Estados Unidos no bajó de Naranja? Es difícil pensar claro si te dicen que Irak tiene armas biológicas, que tu país está en alerta y para rematar te dicen que mantengas la calma, porque así fue, uno podía escuchar un día al presidente Bush diciendo que no había nada de que preocuparse y al otro que sí porque Irak tiene armas de destrucción masiva (¿y todo empezó por las torres gemelas?, ¿acaso Osama Bin Laden era de Irak?).

TERCER PASO: ¡He encontrado la salvación! (ofrece una solución y de paso el paraíso).

No podemos vivir tranquilos si es la humanidad la que nos amenaza, ya estamos cansados de tanta violencia, de tanta inseguridad; solamente si nos reducimos podremos asegurar nuestra supervivencia, esa es la respuesta, volver a los principios, cuando éramos pocos; podríamos aprender de nuestros errores, crear una sociedad nueva y dejar atrás ese mundo de terror en donde vivimos, crear un mundo nuevo en que nuestra familia pueda caminar tranquila, un mundo en que las mujeres no tengan que lavar el fruto de sus vientres en las cloacas públicas, en que los niños no tengan que salir a buscar comida en los basureros. El único camino del cambio es la renovación, sólo destruyendo esa parte de la humanidad que está tan podrida podremos sanar, así como a un hombre se le amputa la mano para que no pierda el brazo. Sí, el plan puede asustarte, y puedes preguntarme por qué he escogido este camino, pero ya sabes porque, en el fondo todos lo saben: porque es el mejor camino, es la clara visión después de siglos en busca de una solución; no podemos crear el Edén a menos que eliminemos casi por completo a los humanos. ¿No me negarás que esto pondrá fin a las guerras, a las violaciones, a la violencia? Tendrá lugar algo más maravilloso, el mundo progresará, dejará atrás a los dioses y diosas, a todos los demonios y ángeles.

Qué bonito suena ¿no?, no me pueden negar que sonaba bonito cuando Bush decía “Guerra contra el terrorismo”, o cuando el presidente Uribe dice “paz”, esa palabrita que le hemos escuchados a tantos candidatos presidenciales o cuando Hittler quería glorificar la “raza perfecta”, la “raza aria”, qué bonitos se veían esos avisos en los que pintaban hombres y mujeres perfectos y hermosos, un mundo lleno de armonía, sin hambre, sin suciedad, sin Judíos, sin gitanos, ¡que mundo perfecto!.

Podrían preguntarme: ¿Es cobardía en definitiva?, ¿te asusta la grandiosidad del plan (cualquiera que sea)? Oh! Pero que acertada sería esa suposición, claro que es eso lo que asusta, la grandiosidad del plan: el caos, la pérdida absoluta del equilibrio moral. Pero eso no es cobardía ¿vedad?

¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien con argumentos similares a los que he mostrado? Sin duda muchos más de los que hayamos podido conocer, después de todo solo hace falta una excusa, un enemigo a quien apuntar, y lastimosamente eso es de las cosas más humanas que tenemos, es decir, como dijo Ann Rice en su libro “La reina de los condenados”: “si quieres puedes mirar afuera, elige un árbol, descríbelo a tu voluntad, en términos de lo que destruye, de lo que desafía y de lo que no llega a realizar y tendrás un monstruo de raíces codiciosas y de irresistible empuje que se come la luz de las otras plantas, sus alimentos, su aire. Pero esta no es la verdad del árbol, no es la verdad entera la que estás mostrando”.

1 comentario

Miguel -

¡Muy bien, Diana! Se nota esmero en la realización de este trabajo. Sin embargo, debe mejorar: puntuación, acentuación, construcción de ciertas oraciones, unidad de tratamiento al lector y algunos conectores.